Nota de prensa24/02/2022

Presentación III Informe Foessa Euskadi

FOESSA y Cáritas presentan la radiografía social completa de la crisis de la COVID-19 en Euskadi

Las consecuencias socioeconómicas de la pandemia sitúan a 199.000 personas en situación de exclusión severa y profundiza las brechas de desigualdad en Euskadi. La fractura social tiene su origen en cinco grandes brechas: origen, género, ingresos, edad y tecnológica

  • Se mantienen las tasas elevadas de integración social pero crecen con fuerza las situaciones de exclusión severa alcanzando a 199.000 personas profundizando la brecha de desigualdad en Euskadi
  • La COVID-19 sacude el mercado de trabajo: 115.000 hogares dependen económicamente de una persona que sufre inestabilidad laboral grave
  • La fractura social tiene su origen en cinco grandes brechas: ingresos, género, origen, edad y tecnológica.
    • La diferencia entre la población con más y menos ingresos ha aumentado más de un 18 por ciento, desde el inicio de la crisis de 2008
    • La brecha de género se hace especialmente grave en los hogares monoparentales cuya persona al frente es una mujer, grupo en el que la incidencia de exclusión social roza el 32%
    • Casi 6 de cada 10 hogares encabezados por una persona de origen extranjero se encuentran en situación de exclusión
    • La tasa de exclusión de la población menor de 30 años es 1,5 veces superior a la media, y diez veces superior a la de la población mayor de 65 años
    • El apagón digital supone dificultades especialmente serias para más de 24 mil familias que pierden oportunidades vitales

 

 

Bajo el título «Exclusión y desarrollo social en Euskadi», Cáritas y la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y de la Sociología Aplicada) presentan en Bilbao la primera radiografía social completa de la crisis provocada por la pandemia.

Las presentación corrió a cargo de Raúl Flores, coordinador del Equipo de Estudios de Cáritas y secretario técnico de FOESSA, Ana Sofi Telletxea Responsable del Observatorio de la Realidad Social de Caritas Bizkaia y Joseba Zalakain director del SIIS, Centro de Documentación y Estudios de la Fundación Eguía Careaga.

Los principales resultados de este trabajo de investigación alertan de que la cohesión social en nuestra comunidad ha sufrido un “shock” sin precedentes como consecuencia de la tensión que ha sufrido la actividad económica y el empleo a causa de la irrupción del SARS CoV-2.

El Informe que se ha presentado, junto con el informe global de la “Evolución de la cohesión social y consecuencias de la covid-19 en España”, ha sido desarrollado por 30 investigadores de 10 universidades y entidades de investigación. Un equipo de encuestación profesional de más de 150 personas que han llamado a más de 90.000 puertas a nivel estatal y 7.000 puertas en Euskadi, recogiendo la información de casi 19.000 personas en el Estado, y 1.500 personas en Euskadi, de 7.000 hogares en el Estado, y de más de 600 hogares en Euskadi.

Se mantienen las tasas elevadas de integración social pero crecen con fuerza las situaciones de exclusión severa alcanzando a 199.000 personas profundizando la brecha de desigualdad en Euskadi.

Las personas en situación de exclusión social representan el 16,3% de la población de Euskadi, aproximadamente 1 de cada 6 habitantes. En torno a 360.000 personas sufren la exclusión social, es decir, unas condiciones de vida afectadas por más problemas que la falta de dinero (pobreza) como son: problemas con el empleo, los ingresos y por tanto la capacidad de consumo, al acceso a la legalidad, a la educación, a la salud, a la vivienda, las problemáticas de lazos sociales, como son la soledad o el conflicto social.

Desde una perspectiva global, en Euskadi se mantienen las tasas elevadas de integración social en un 56,5% pero crecen con fuerza las situaciones de exclusión severa alcanzando a 199.000 personas. Dentro de este grupo preocupa especialmente la situación de la población a la que denominamos ‘sociedad expulsada’ (aquella que acumula mayor número de problemas), que ocupa el espacio más extremo de la exclusión social severa y que ha pasado de afectar a 20.000 personas en 2018 a más de 100.000 en 2021.

Uno de los aspectos diferenciales de esta crisis es la profundización de la brecha de desigualdad en Euskadi, donde las grandes damnificadas por la Covid-19 son precisamente las personas y familias más frágiles y desfavorecidas, que ya se encontraban en situación de vulnerabilidad y exclusión social antes de esta crisis